26 de agosto de 2014

Los CIO excepcionales son contra-intuitivos


El rol de CIO es hoy en día crítico para el éxito de sus empresas, pero se trata de un cargo de relativa reciente creación y operando en un mundo en el cual la tecnología ya no solo sirve para controlar negocios sino para crearlos y para definirlos.  Por esas razones es importante realizar estudios de todo lo que esté asociado con los CIO exitosos en el mercado.  Precisamente, Richie Etwaru, reconocido experto en el manejo de relaciones y con mucho contacto con CIO’s observó una serie de comportamientos que procedió a corroborar  con más de 50 CIO´s y CTO´s que trabajan  en empresas que están en las lista de los 1.000 más importantes de la revista Fortune. 

Lo curioso es que estos comportamientos iban en contra de lo aparentemente lógico e intuitivo.  De hecho, independientemente que el CIO actúe de manera contra-intuitiva en forma sistemática o en forma selectiva, la mayoría de los ítems que se identifican más abajo sugieren que el CIO excepcional tiene en su ADN cognitivo una buena dosis de pensamiento contra-intuitivo. A continuación la lista de aquello que estos CIO exitosos no hacen:  

1.     No tratar de definir o forzar innovación
Es difícil definir innovación y si se trata de hacerlo significa crear un proceso para hacer la innovación o para capturarla en la forma que la persona cree que debe ser.  Eso es erróneo, ya que la mayoría de los líderes excepcionales en Tecnología han aprendido que la innovación viene en muchos sabores, algunos desde adentro de la empresa, otros desde afuera de la empresa y otros como resultado de una evolución o de una revolución.  Si a la innovación se le define significa que hay un solo proceso, cuando la experiencia enseña que existen muchos procesos para crear o para capturar los innumerables tipos de innovación. 

2.     Nunca manejar proyectos secretos
La primera intención nos orienta en la dirección de hacer pequeños proyectos secretos desconocidos para los demás, como una mera de probar en la práctica ciertas ideas. Los líderes excepcionales han aprendido que los proyectos innovadores hay que hacerlos en forma abierta, permitiendo que la gente vea, huela y se maraville con la maestría artística de la innovación.  Lo que se desea es que muchos copien el comportamiento de los pocos que hacen innovación.  Si al equipo se le encierra en un cuarto, nadie se enterará y no habrá nada que copiar por parte de los otros. 

3.     Nunca quedar sorprendidos por el fracaso
Un determinado número de proyectos de Tecnología fracasan, esa es simplemente la naturaleza de los proyectos.  Los líderes excepcionales establecen estas expectativas de falla muy temprano en el proceso tanto con sus comités operativos como con los responsables del control de las inversiones.  Cuando el fracaso ocurre, nunca es una sorpresa y la reacción será “bueno, ese proyecto falló y lo agregamos al pote de los fallidos para los que estábamos preparados”. 

4.     Nunca arrancar proyectos en solitario
Las personas que quieren o tratan de construir un prototipo generalmente tienen dificultades impresionando a los involucrados y a las partes interesadas dentro del negocio. Para lograr el efecto esperado hay que involucrar a los interesados antes de comenzar antes de construir algo.  Incluso hay quienes ni siquiera montan una presentación en Powerpoint antes de contactar al cliente. Esto se debe a que cada proyecto debe ser iniciado por un cliente, ya sea por su deseo propio o por el convencimiento inconsciente que el liderazgo tecnológico logró promover. 

5.     Resistir la necesidad absoluta de un PMO
Algunos procesos en grandes organizaciones no prosperan con la presencia de la policía de proyectos, mientras que otros si lo hacen.  Muchos de estos líderes excepcionales están de acuerdo que un PMO en el lugar equivocado en el momento inoportuno puede ser catastrófico.  Algunos procesos requieren menos rigor, ya que unos funcionan mejor con una flexibilidad mayor y otros definitivamente requieren el alto rigor del PMO. 

6.     No dividir proyectos en pocas fases
Dividir un proyectos en pocas y grandes fases (uno, dos y tres) son la base para la creación de los “puntos de muerte” lógicos para los proyectos.  La mayoría de estos proyectos mueren en la fase uno, y esto ocurre frecuentemente ya que el producto de la fase I es un producto mínimamente viable, que cumple con lo mínimo requerido, aun cuando lo hace bien.  Dos cosas ocurren, los interesados no encuentran razones para asignar fondos a las fases dos y/o tres (ya vieron algo que más o menos funciona), y el líder de tecnología no tendrá la oportunidad de construir la fase dos que crearía eficiencia y la fase tres en la cual se proveería valor de negocios.  Así que con fases de gran extensión y cobertura se termina con frecuencia entregando solo la primera. Es preferible tener 24 fases en lugar de 3. 

7.     Nunca preocuparse por trabajar contra una meta-objetivo de largo plazo
Difícilmente podemos predecir que estarán haciendo nuestras familias en un año, sin embargo tratamos de predecir como lucirán empresas de miles de empleados en tres a cinco años contra un estado objetivo.  Peor es todavía cuando hay un “estado objetivo”, la “policía del objetivo” comienza a invalidar los cambios en el mercado y las nuevas innovaciones al activar la tarjeta de “bueno, no cuadra dentro del estado objetivo" y con eso básicamente apartan a la empresa del mundo real por un período de tres a cinco años.  Los líderes tecnológicos excepcionales crean una cultura que habilita un modelo evolutivo y no un estado objetivo.   

8.     No tratar de construir aplicaciones heroicas
Es un hecho muy poco común que se pueda construir un solo producto que resuelva todos los dolores de los clientes en un vacío.  No se pueden construir soluciones aisladas, hay que construir un producto que funcione con otros. Los días de las plataformas con su almacén de información propio ya no existen, los líderes excepcionales construyen ecosistemas con flujos de información.  La mayoría sugiere que trata de construir muy poco, sino más bien de trabajar como un director de orquesta de múltiples productos en lugar de un producto heroico.  

9.     Nunca esperar para probar las innovaciones que aparecen en el mercado
Los líderes excepcionales no esperan a ver qué ocurre con las nuevas innovaciones del mercado, miran con desdén al que actúa como un seguidor rápido y son habitualmente adoptadores tempraneros. Compran innovación en forma comercial temprano en el ciclo de innovación y muy a la izquierda de la curva en la campana de la teoría de la difusión de la innovación.  Esperar para ver lo que ocurre con la innovación significa pagar más por esta y además implica llegar tarde para lograr el aprovechamiento de la nueva tecnología. 

10.  No leer libros sobre liderazgo
Debe haber un millón de libros sobre liderazgo obtenibles en Amazon.com.  Mucho ruido, una cámara de ecos.  Los líderes excepcionales en forma sistemática y pragmática actúan contra el status quo, ellos prosperan usando la contra intuición.  A medida que la tecnología se hace cada vez un commodity, más y más personas usan la tecnología probada, pero para el CIO excepcional el camino es precisamente en la dirección contraria.

 
El artículo apareció en el Huffington Post  http://huff.to/1suFtQm

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