12 de agosto de 2014

Como organizar y aprovechar una "Tormenta de ideas"

La Tormenta de Ideas es una herramienta que es utilizada para proveer soluciones que están altamente correlacionadas con la resolución de un tema o con la mejora de una solución.  Se trata de involucrar a individuos claves que sugieran enfoques importantes para resolver una situación, traigan nuevas perspectivas, propongan direcciones para el tema e identifiquen lo necesario para dar los próximos pasos.  A continuación algunas recomendaciones: 

1.      Un reparto de 1ª. para resultados de 1ª.

Hay que reunir las personas apropiadas que traerán mayor valor a la discusión.  La mejor práctica para identificar esos individuos es que el organizador de la Tormenta de Ideas conozca y entienda cual el tema que requiere ser  remediado. El proceso de selección de participantes naturalmente debe llevar a identificar aquellos que deben tener responsabilidad en el resultado de la Tormenta de Ideas.  

Es relativamente fácil para cualquiera sugerir ideas, pero si las personas no tienen sentido de la responsabilidad requerida, es muy probable que esas ideas no sean las que se requieran en el sentido práctico.  Se necesitan  individuos que tomen en consideración como se pueden ejecutar dichas ideas en la forma más práctica, los recursos que ello pueda exigir e incluso tener un entendimiento del alcance general de dichas ideas cuando se apliquen en la práctica.  Por lo tanto, incluir personas que no participan en el trabajo relacionado al tema, no tiene sentido a menos que sean responsables por guiar o agregar valor a la sesión.   

Si se desea agregar conocimiento y experiencia proveniente fuera de la organización es recomendable contratar un consultor que tenga conocimiento del tema y quién genuinamente pueda ofrecer enfoques nuevos y efectivos. 

Con respecto al respecto al tamaño del grupo que estará asistiendo a la sesión de Tormenta de Ideas este debe ser de una magnitud manejable.  Se considera que el tamaño ideal es entre 6 y 12 participantes, y esto es válido aun cuando 24 o más personas participaran eventualmente en la solución.  También es conveniente invitar a la sesión personas que puedan tener un sentido de “propiedad”, tales como Jefes de Departamento involucrados o aquellos del equipo que tienen talentos especiales y puedan traer perspectivas genuinas. 

En todo caso, hay que evitar tener presentes a todos los que tienen el título de Director (“Chief”) o algo equivalente.  Ello solo haría el proceso más lento y no se necesitan espectadores.  En todo caso, información importante que salga de la sesión se puede compartir posteriormente, pero solamente los conceptos claves con todos aquellos que deben estar enterados y conocerlos. 

Aquí es conveniente hacer una diferenciación importante, una sesión de Kick-Off no es una sesión de Tormenta de Ideas.  La Tormenta de Ideas debería ocurrir antes de un Kick-Off.  Las reuniones de Kick-Off sirven para introducir los objetivos, los participantes, los compromisos de fechas y a quienes involucrará la solución. 

2.     La preparación previa es importante

Hay que darle tiempo a los participantes para prepararse para una Tormenta de Ideas.  De esta manera los asistentes tienen tiempo para realizar su propia investigación y Tormenta de Ideas personal.   La magnitud de este tiempo previo asignado a esto dependerá de la complejidad del tema que se estará discutiendo. 

Si no hay preparación previa los participantes probablemente se sentaran inicialmente a mirarse uno al otro y eso no es nada efectivo.  Hay personas que piensan mejor cuando están solos o si se les provee tiempo para procesar sus pensamientos.  Otros pueden no operar bien o sentirse intimidados por la forma en que se maneja la reunión, como consecuencia se retraen o peor aún pueden plantear ideas incoherentes afectados por los nervios.  Hay que tratar de lograr que todos participen en forma efectiva. 

El tiempo ideal de aviso previo de 5-7 días con un par de recordatorios antes de la sesión.  En todo caso, debe ser un mínimo de 48 horas antes.  Hay que recordar también que los invitados tienen responsabilidades propias en sus departamentos o roles en la empresa. 

3.     Definir los conceptos clave y hacer valer la Tormenta de Ideas  

Independientemente, del rol del participante es importante recordar que se trata de una sesión de Tormenta de Ideas y que no se trata de un encuentro para plantear “mi-idea-es-la-única-válida-aquí”.   

Para quién funge de facilitador es conveniente hacer que se escuchen las ideas propuestas y conocer las razones por las cuales se propone como una idea o solución viable.  Aquí es conveniente reforzar la proposición con preguntas como “Porqué crees que esto funcionará para nosotros? o ¿Cómo llegaste a esa sugerencia?

Otro aspecto muy importante es promover la participación de otros en la sesión, en parte para contrarrestar las preconcepciones psicológicas desencadenadas al haber solicitado a todos la investigación individual o el proceso mental previo.  Hay que tratar de apartar a los participantes de la actitud competitiva natural hacia una más positiva para efectos de la Tormenta de Ideas. 

Como facilitador se recomienda:

v  Pedir a cada uno que escuche las ideas de otros en forma positiva.
v  Si un participante plantea una idea aparentemente viable se le pregunta a otro participante que piensa que se puede potenciar o apalancar de dicha proposición.
v  Cuándo el concepto no es viable, simplemente se procede a otra pregunta.
v  Se trata de que cada sugerencia individual reciba una oportunidad razonable de ser presentada y explorada. 

Las personas cuando entran a una Tormenta de Ideas pueden estar más focalizadas en la presentación de sus ideas y pueden estar viviendo la fantasía de ser seleccionadas y ser reconocidas.  La realidad es que se deberían analizar todas  las ideas presentadas y como esas ideas o sugerencias pueden influenciar a cada uno como parte de un todo y así llegar a una solución mejorada. 

Hay que asegurar que una persona esté tomando nota de las sugerencias claves presentadas y discutidas.  Al final debería haber una ronda de discusión para desarrollar un concepto unificado que tome en consideración las mejores sugerencias para definir el plan de seguimiento. 

Conclusiones:

v  Mantener el tamaño del grupo manejable.
v  Que asistan solo aquellos que puedan proveer el mejor valor.
v  Proveer tiempo previo de preparación.
v  Estimular y promover la interacción durante la sesión.
v Unificar los mejores conceptos al finalizar la Tormenta de Ideas para obtener mejores resultados. 

El artículo base apareció en LinkedIn y su autor es Alex Redondo, CEO de AVIOA. 

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