9 de noviembre de 2014

Trabajo-desde-la-casa?


“Trabajo-desde-la-casa” y sobre “Oficina-en-casa” son cada día más comunes y por ello surge la inquietud por conocer más sobre cual es la experiencia real con esta práctica en el mundo empresarial.  Con el objeto de entender mejor el tema se compilaron algunas estadísticas relevantes, una investigación académica muy seria sobre  “Trabajo-desde-la-casa” y  unas interesantes recomendaciones sobre los hábitos que son convenientes aplicar si se desea ser efectivo y más feliz haciendo “Trabajo-desde-la-casa”: 

Algunas estadísticas
“Trabajo-desde-la-casa” se ha convertido en una práctica cada vez más común:
·         En Estados Unidos la proporción de personas que trabajan desde la casa ha crecido desde 0,75% en 1980 a 2,4% en 2014. 
·         El “Trabajo-desde-la-casa”, que en 1.980 se aplicaba principalmente a cargos que requerían habilidades limitadas, ahora abarca un espectro muy amplio de tipos de trabajo y de ingresos.  Cubre desde secretarias, asistentes de venta y corredores de propiedades hasta ingenieros de software, gerentes y CEO’s.
·         En la mayoría de los países desarrollados, a un número importante de Gerentes (10%-20%)  se les permite realizar “Trabajo-desde-la-casa”, pero en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania este número alcanza casi el 50%.  Esto significa que ya se trata de una práctica ampliamente aceptada.
·         Las encuestas indican que los factores que hacen que esta práctica se haga cada vez más común son (a) el incremento en el tráfico vehicular y (b) el aumento de la conectividad para laptops y teléfonos inteligentes. 

Estudio realizado en Stanford
La relevancia de la práctica de  “Trabajo-desde-la-casa” crea la necesidad de tratar de determinar (1)  si este permite aumentar la productividad y la rentabilidad y (2) si hay un potencial deterioro del balance vida personal-vida de trabajo.  Para responder estas preguntas en la Universidad de Stanford se realizó un estudio, de nueve meses de duración, en un call-center chino con 15.000 empleados. El estudio fue realizado con empleados voluntarios seleccionados al azar para trabajar en la oficina y la casa.  Los resultados fueron los siguientes:
·         13% de mejora en desempeño para los que hicieron “Trabajo-desde-la-casa”, donde el 9% provino de un menor tiempo dedicado a descanso y enfermedad y un 4% se debió al aumento en desempeño (atribuido a un ambiente de trabajo más conveniente y tranquilo).
·         La rotación de personal fue un 50% menor en los que realizaron “Trabajo-desde-la-casa”, resultado de una mayor satisfacción en el trabajo detectada en las pruebas realizadas.
·         Las posibilidades de promoción de los trabajadores que hicieron “Trabajo-desde-la-casa” fueron menores, ya que los supervisores usaron los mecanismos tradicionales de evaluación.
·         Los resultados del estudio, donde se usó una muestra limitada de personas, posteriormente permitió a la empresa presentar a sus empleados las dos opciones de forma de trabajo.
·         Las mejoras en desempeño y la disminución de espacio de trabajo requerido significaron ahorros muy importantes para la empresa.  

Hábitos para el Trabajo-desde-la-Casa
“Trabajo-desde-la-casa” se está convirtiendo en una opción cada vez más popular, y las personas que lo usan están aprovechando las ventajas de la “Oficina-en-la-casa”, aun cuando  no lo estén aplicando tiempo completo.  Todavía existen críticos que plantean que la “Oficina-en-la-casa” lleva a relaciones profesionales atrofiadas y menor productividad, sin embargo la mayoría de los empleadores son hoy en día más indulgentes con la aceptación de este ambiente de trabajo alternativo. 

Independientemente que se “trabaje-desde-la-casa” todo el mes o un día se necesita adoptar unos hábitos para trabajar efectivamente.  “Trabajar-desde-la-casa” es un lujo y hay que realizarlo inteligentemente y con dedicación si se desea aprovechar la oportunidad y para ello es conveniente integrar algunos hábitos al “Trabajo-desde-la-casa”. 

·         Crear un área designada de trabajo
Es importante crear una “Oficina-en-la-casa”, un espacio designado para el trabajo.  No tiene que ser necesariamente una habitación, pero si un espacio que esté libre de distracciones y que no sea utilizado para ningún otro propósito.  El hecho en sí de llegar en el momento del inicio de la jornada de trabajo a ese lugar que es  la “Oficina-en-la-casa” establecerá el tono de dedicación y foco de trabajo para el resto del día.   

·         Vestir para el trabajo
Hay un beneficio psicológico en el hecho de vestirse para el trabajo aun estando en casa.  No es necesario usar traje y corbata todo el día, pero es conveniente vestirse profesionalmente.  Esto ayuda a ubicarse en el modo de trabajo.  También es mucho más conveniente cuándo se presente la necesidad de hacer video-chat en Skype o en otra plataforma de comunicación. 

·         Aprender y usar distintos medios de comunicación
Llamadas telefónicas, correos electrónico, mensajería de texto, mensajería instantánea, chateo son todas formas de comunicación disponibles.  Aun cuando la persona tenga preferencia por alguna de ellas, es importante aprender a utilizarlas todas. Por ejemplo, hay ocasiones en las cuales una llamada telefónica puede ser una pérdida de tiempo, cuando es suficiente y mejor usar el correo electrónico.  Igualmente puede ocurrir con mensajes instantáneos y con video-chat.  Hay que usar cada medio inteligentemente y estar abierto a distintas formas de comunicación con las diferentes personas que se contactan.  

·         Establecer horarios y cumplirlos
Hay que empezar y terminar el día de acuerdo a un horario específico.  “Oficina-en-la-casa” implica trabajar desde la casa, y ello puede causar cruces indeseables entre la vida personal y la vida de trabajo, por ello es importante establecer límites firmes entre ambas para ayudar la salud mental. 

·         Especificar tareas para cada día
La preparación de una lista de tareas diarias con sus respectivas prioridades es un práctica muy conveniente, ya que además sirve como elemento de medición de la productividad personal.   Esto resulta particularmente crítico cuando se trabaja de forma más independiente, como en el ámbito de la “Oficina-en-la-casa”.  

·         Tomar descansos
Al igual que es importante vestir para el trabajo, también es vital tomar descansos (breaks) durante la jornada de trabajo, tal como se hace en la oficina.  La ventaja de disponer de un lugar designado de trabajo permite trasladarse a otro ambiente (cocina, sala, etc.) para tomar un  descanso.  Esto ayuda a abrir la mente y con ello descubrir otras perspectivas y a establecer una clara diferenciación entre “trabajo” y “descanso”.   

·         Evitar interacción con familia o amigos
Por supuesto no hay que ignorar la familia cuando exista la necesidad, pero hay que evitar convertir el “Trabajo-desde-la-casa” en una actividad grupal.  Si se considera necesario, hay que informar a la familia y amigos que el trato cotidiano debe ser tal como si se estuviera en la oficina real.   Es la única manera de lograr el foco necesario en el trabajo. 

·         No sacrificar la conexión cara-a-cara
El cara-a-cara sigue siendo importante.  Si se realiza “Trabajo-desde-la-Casa” a tiempo completo, y donde sea posible, se debe tratar de establecer contacto personal periódico con compañeros de trabajo y clientes.  Existen muchas opciones, un día a la semana en la oficina o un almuerzo con los compañeros de trabajo son algunas de ellas.  La interacción física es importante desde el punto de vista de salud psicológica , ya que el video-chateo no es suficiente.  Es fácil perderse en el mundo digital! 

·         Auto-premio
Una vez realizado un buen trabajo un reconocimiento es merecido.  Puede ser un café o un descanso extendido después de concluida una tarea ardua. Es conveniente aprovechar el ambiente de la casa, que presenta más posibilidades para hacer estos actos de auto-premiación.
 
Las estadísticas y el estudio corresponden a “DOES WORKING FROM HOME WORK? EVIDENCE FROM A CHINESE EXPERIMENT” realizado por Nicholas Blooma, James Liangb, John Robertsc and Zhichun Jenny Yingd de la Universidad de Stanford (Agosto 2014) y los hábitos recomendados aparecen en un artículo en la revista Inc. http://bit.ly/1wv6yYk

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