No es conveniente subestimar la importancia del
lenguaje corporal. No es lo que se dice, es cómo se dice y por ello la
expresión corporal es una parte crucial de la comunicación. Además, los malos
hábitos de lenguaje corporal son frecuentemente difíciles de cambiar. Nos
hemos acostumbrado a una postura desgarbada, a cruzar nuestros brazos o apartar
la vista y ni siquiera nos damos cuenta. Algunas estrategias, cómo recordar que
si se puede sonreir o apretar las manos con firmeza son bastante fáciles de
implementar, pero existen otras técnicas que son algo poco más complicadas y se
intentará comentar sobre algunas de ellas:
Mantener buen contacto visual- Personas con una
mirada vacilante son percibidas como ansiosas, distraídas o deshonestas.
Mantener contacto visual no es una habilidad fácil de dominar y para muchos no
es natural ni confortable. La cantidad ideal de contacto visual debería ser una
serie de vistazos largos en lugar de miradas fijas e intensas. Estas últimas
pueden incomodar al interlocutor, mientras que la mirada esquiva indica falta
de confianza o disgusto.
Mantener las manos visibles - Es difícil
saber que hacer con las manos, especialmente cuándo se trata de una persona
inquieta y por ello:
- · Se debe tratar de mantener las manos visibles, para no transmitir la imagen que se está escondiendo algo.
- · Hacer ademanes o gestos con las manos mientras se está hablando es una manera efectiva de conectar con una audiencia.
- · No se debe apuntar ni pretender estar dirigiendo una orquesta imaginaria, ni tampoco hacer coreografía en exceso.
- · Hay que evitar posiciones que hacen aparentar que se está a la defensiva.
Evitar movimientos nerviosos o bamboleos
–
En una conversación normal es natural que el cuerpo haga movimientos sutiles,
relajados y principalmente sub-conscientes. La calma extrema incomoda al
otro o les hace sentir desinterés en lo que dicen. Por otro lado, los
movimientos nerviosos indican una falta de poder. Por ello, hay que buscar
un balance entre el bamboleo y la rigidez.
Sentarse erecto - Sentarse erecto es
una señal de inteligencia, confianza y credibilidad y para lograr esa posición
hay que imaginar la cabeza con una cuerda atada al techo. Estar doblado en una
silla durante una entrevista es una muestra de desinterés y también puede
indicar falta de auto-confianza.
Caminar con propósito y energía – Es importante
caminar con confianza y coordinación y así evitar que se arrastren los pies con
una manera de andar torpe.
Replicar al interlocutor – Replicar o alinear
el cuerpo con la posición del interlocutor transmite reconocimiento y acuerdo y
hace que la persona sea percibida como positiva y persuasiva. Se trata de
copiar algunos gestos o expresiones. Es necesario hacerlo en una forma
sutil, sin aparecer que se esté imitando o burlando al otro.
Sonreir – Sin una sonrisa el
individuo frecuentemente luce sombrío o distante. Sonreir además
demuestra confianza, apertura, calidez y energía. También trae generalmente una
sonrisa de vuelta!
No distraerse – Es tentador revisar
el teléfono o el reloj, pero eso termina incomodando al otro. No existe nada
que irrite más que hablar con alguien que obviamente no está prestando atención
y es un indicador de un persona descortés e indiferente.
Coordinar comunicación verbal y no
verbal
– Se puede estar diciendo las cosas correctas, pero si el lenguaje del cuerpo
no coincide con las palabras se puede terminar generando la reacción opuesta a
la deseada. Cuándo no están alineados ambos lenguajes, el no verbal termina
llevando el grueso del mensaje.
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