Para algunas
personas el momento para dejar un trabajo es muy claro, mientras que para otros
puede no ser tan obvio. Unos saben cuándo llegó el momento para el cambio, ya
que tienen cómo práctica personal asegurarse que su trabajo esté alineado con
sus objetivos a largo plazo. Otros solo descubren que no son felices en su
trabajo cuándo alguien se los hace ver o cuándo aparecen señales
preocupantes. Típicamente las personas conocen
la respuesta, la cual siempre involucra cambio, y ese es el elemento difícil de
asumir.
Las estadísticas
indican que los milenarios (“millenials”) cambian de trabajo cada tres años y
solo 12% permanece en el mismo sitio por lo menos 10 años. Ahora bien, cambiar
de trabajo con frecuencia puede generar incrementos más veloces en el sueldo,
pero también puede funcionar en contra de la persona con empleadores
potenciales futuros.
Cuándo hay que irse
Hay muchas razones
para irse de un trabajo, pero siempre debe estar presente la intuición en la
decisión y entre las razones para este movimiento se encuentran:
- Empezar un emprendimiento.
- Un reto u oportunidad excepcional en otra organización.
- Desgaste en la organización actual.
El desgaste
Hay un número de
razones para renunciar asociadas a la empresa y al rol:
- Propósito o futuro. La sentimiento que no se tiene futuro, propósito, impacto en los resultados o en la vida de otros es una alarma. Cada trabajo debería conducir a una promoción, a responsabilidades adicionales, a nuevos aprendizajes y retos.
- Pasión. Es un indicio de desgaste cuándo la sensación inicial en el trabajo, con todas las posibilidades y contribuciones asociadas, desaparece. También ocurre cuándo la persona se siente un número, teme ir al trabajo, su desempeño sufre, sus habilidades no están siendo aprovechadas.
- Cultura empresarial. La falta de encaje con la cultura empresarial es otro indicador y las señales pueden incluir: el supervisor está más interesado en satisfacer a su jefe que a sus subordinados, hay desagrado hacia los compañeros de trabajo, críticas y humillaciones públicas, se menosprecian o ignoran ideas o abuso verbal o hostigamiento sexual.
- Mentoría. No hay supervisores o colegas experimentados que hayan demostrado interés en el desarrollo personal del individuo o a quienes se pueda acudir con dudas o preguntas.
- Estrés. Es hora de evaluar cuándo la persona se siente consistentemente estresada, negativa, infeliz o ansiosa con respecto al trabajo. Esto puede incluso afectar la salud física y alterar el balance trabajo-vida. Si el problema es la posición y no la empresa hay que alertar a los jefes.
- Compensación. Si existe satisfacción en el día-a-día, proyectos desafiantes, colaboración de los compañeros y oportunidades para crecer entonces la compensación debe cubrir las necesidades económicas mínimas de la persona. Es razonable esperar que la recompensa económica esté dentro de los valores mercado equivalentes y que se ajuste si cambia el rol de la persona.
- · Empresa fallida. Hay que buscar nuevas oportunidades.
Tomada la decisión
Llegado a este punto
es importante establecer objetivos personales futuros en términos de
responsabilidades, cultura empresarial, compensación y beneficios deseados. La
salida debería ser planificada para dejar puertas abiertas en el futuro y esto
puede incluir: tiempo de pre-aviso, quienes deben ser informados
adicionalmente, la posibilidad de entrenar al suplente y la accesibilidad
futura para dudas que puedan presentarse.
Se usó como referencia
“14 Signs It's Time To Leave Your Job” http://onforb.es/1pFwG2V , “11 Signs
You Definitely Should Quit Your Job Soon” http://bit.ly/1TCyPWg y “When You
Know It's Time to Go” http://bit.ly/1FK5Gna, “Never
quit a job you hate without first doing this” http://for.tn/1XsJIMV.
Excelente.
ResponderBorrarLo de dejar las puertas abiertas es básico. El mundo es muy pequeño. Lamentablemente esto se aprende con los años.