La “Ley de Moore” es
una observación que plantea que durante la historia del hardware de
computación, el número de transistores en circuitos densamente integrados se duplicará
aproximadamente cada dos años. La “Ley de Moore” se basa en la economía de
escalas y su impacto es plenamente
visible alrededor nuestro: Tres mil millones de personas usan teléfonos
inteligentes, cada uno más poderoso que una supercomputadora de los años
80, la cual ocupaba una sala entera al mismo
tiempo muchas industrias han sido afectadas y subvertidas por la disrupción
digital.
Durante cinco
décadas se cumplió la duplicación del número de transistores cada dos años. Los
chips también aumentaron su “clock speed” hasta el año 2004, cuándo el calor
limitó las velocidades. Mientras computadoras incrementaban su potencia y
reducían su tamaño, una nueva clase de máquinas nacía aproximadamente cada diez
años: mainframes, minicomputadoras, computadoras personales, laptops, teléfonos
inteligente y procesadores integrados. Ahora, el final de la “Ley de Moore”
está a la vista. Ello no significa que el progreso en computación súbitamente
quede estancado, sino que la naturaleza de ese progreso está cambiando.
Dificultades
encontradas
- Como se esperaba cuando las cosas se hicieron demasiado pequeñas, los chips se calentaron en exceso. Los circuitos fueron rediseñados para contener no solo un procesador sino hasta ocho, este resultó un límite para muchos algoritmos.
- Sorprendentemente la computación se hizo móvil. Los móviles necesitan sobrevivir largos períodos usando baterías, mientras interactúan con el ambiente que los rodea y con usuarios. La solución es la especialización de los chips, contradiciendo la economía de escalas.
Futuro
El futuro de
computación será definido por mejoras en otras áreas, más allá del rendimiento
bruto de hardware, y tomando en consideración eficiencia energética,
conectividad y seguridad:
- Software. A través de nuevos algoritmos, como “aprendizaje profundo”.
- Nube. Aprovechando los recursos de procesamiento que existen en la Nube para tareas básicas. Este modelo depende de conectividad confiable y de mejoras en la infraestructura de banda ancha.
- Nuevas Arquitecturas de Computación. Chips optimizados para trabajos específicos: computación en la Nube, procesamiento de redes neurales, etc.
- Enfoques más radicales: (a) un paradigma nuevo como computación quántica o neuromórfica, (b) un nuevo material para los dispositivos que sea tan rápido como silicon, pero que genere menos calor, (c) el enfoque arquitectónico, silicon configurado en otras formas como 3D.
Planificación
Planificación
central fue clave para el éxito de la Ley de Moore, ya que la industria de la
tecnología coordinó y sincronizó sus acciones a través de una hoja de ruta
acordada con cada fabricante y proveedor. Es una experiencia única en cualquier
industria. El próximo mes, la industria de los semiconductores aceptará
formalmente que esto está llegando a su final.
“Ley de Moore”
generalizada
Los investigadores
han determinado que el progreso en tecnología es realmente predecible y lo han
probado con la evidencia de 62 tecnologías diferentes. Se compararon varias
leyes matemáticas que pretenden describir como las tecnologías evolucionaron y
encontraron que la más precisa fue propuesta por Wright en 1.936, asociada a la
industria aeronáutica, aun cuando la más famosa es la de Moore en 1.965. La
conclusión que la “Ley de Moore” aplica a industrias diferentes a la de
computación fue una sorpresa, ya que se le consideraba un caso especial. Todas
estas leyes se encuentran influenciadas
por las economías de escala, aun cuándo algunas pueden crucialmente depender de
políticas gubernamentales.
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