Agricultura 3.0 representa el futuro para la agricultura
basado en la data y en el aprovechamiento del software inteligente, de la Nube
y de sensores de bajo costo. También se le conoce como Agricultura de
Precisión, ya que se trata de poder llegar hasta al más mínimo elemento,
incluso la posibilidad de actuar y controlar el proceso a nivel de planta
individual. Agricultura 3.0 incluye importantes elementos del Internet de
las Cosas (IOT) y es una muestra que aun cuando todavía hay temas técnicos y de
políticas públicas y normativas que deben ser resueltos para que el Internet de
las Cosas pueda responder a necesidades de la sociedad, en este caso ya se
notan avances y se vislumbra el extraordinario potencial.
Para ubicarnos en el mundo de la agricultura,
es importante colocarnos en el contexto histórico y conocer que la evolución en
agricultura ha ocurrido en tres grandes etapas:
1.
La agricultura prehistórica, se aplica desde
Mesopotamia hasta 1.920 y consistía principalmente en un enfoque de
subsistencia. Se trabajaba en propiedades pequeñas, era intensiva en el trabajo
humano y se podía alimentar una persona con 0,8 hectáreas.
2.
La agricultura industrial, desde 1.920 hasta
2.010 aproximadamente, trata de la operación comercial de la agricultura aprovechando
grandes espacios de tierra. Allí el camino fue abierto por los tractores
y las cosechadoras, el uso de los fertilizantes químicos y la aplicación de la
ciencia a las semillas y se logra alimentar a 10 personas con las mismas 0,8
hectáreas.
3.
Agricultura 3.0 está recién
comenzando e involucra la explotación de data desde muchas fuentes: los
sensores en los equipos agrícolas y las plantas, las imágenes satelitales y el
seguimiento de las condiciones del tiempo. En el futuro cercano el uso del agua
y de fertilizantes será medido y monitoreado en detalle. Estamos hablando de la
posibilidad de duplicar o más la productividad actual.
Muchos agricultores todavía piensan que aplicar
la tecnología implica incremento físico (más caballos de fuerza, más
fertilizantes) cuando ahora la tecnología de lo que trata es de la
multiplicación de la información: clasificar data en tiempo real sobre la
humedad, la medición del rendimiento, las fanegas por hectárea desde el
teléfono inteligente, etc. La tecnología permite planificar a nivel de
secciones de la propiedad, controlables por cada metro cuadrado. Esto significa
que los agricultores podrán ser muy específicos en lo que decidan plantar, cuanto
plantar y donde hacerlo basado en las condiciones de la tierra, la
disponibilidad de agua y en otros factores. Pueden programar el uso del agua,
de los nutrientes y de los pesticidas, reduciendo el desperdicio y limitando
los posibles daños al ambiente. Tecnología disruptiva en acción!!!
Necesidades globales de alimentos
Para cerrar la brecha de los alimentos:
·
Habrá que alimentar 9.500 millones de personas para el
año 2050.
·
La productividad mundial en agricultura debe aumentar a
nivel global de 3,75 toneladas/hectárea de granos a 6,25 toneladas/hectárea.
Como referencia en Estados Unidos la productividad es hoy 6,9
toneladas/hectárea.
·
Aun cuando se aplique inicialmente en los países más desarrollados,
el resto del mundo ganará en productividad con la data que se obtendrá con los
sensores de muy bajo costo, así como en las cada vez más sofisticadas y más
asequibles imágenes satelitales.
Una muestra de resultados
Es un mundo totalmente diferente al que
estamos acostumbrados, donde el agricultor caminaba su tierra, pateaba el polvo
y tomaba decisiones basadas en la intuición. Kip Tom, de 59 años de edad, es un
agricultor de quinta generación en Indiana, Estados Unidos, pero hoy es
simultáneamente un agricultor y un CIO:
·
Tiene sensores en la cosechadora, obtiene data del GPS
desde los satélites, tiene instalados módems de celulares en sus tractores
autónomos y además usa apps en el teléfono inteligente para la irrigación.
·
Con la adopción de la tecnología de punta, la hacienda de
Toms ha crecido de 700 hectáreas en 1.970 a 20.000 hectáreas hoy día.
·
Para el retorno de su inversión:
o El mejor uso del
análisis de la data le permitió mejorar el retorno en la inversión de 14% a
22%.
o Las otras tecnologías
como tasas variables de irrigación y maquinaria agrícola automatizada produjo
un 4% adicional de retorno.
Las realidades
- Los grandes fabricantes de equipos para agricultura como John Deere y AGCO han llenado sus plantadoras, tractores y cosechadoras con sensores, computadoras y equipos de comunicación.
- Una cosechadora equipada para varios tipos de cosechas costaba US$65.000 en al año 2.000, hoy puede llegar a costar hasta US$200.000.
- Las empresas emergentes dedicadas a la Tecnología para Agricultura 3.0 manejaron negociaciones de US$2,06 miles de millones en 228 transacciones en la primera mitad de 2015, una cifra similar a la que reportaron en todo el año 2014.
- No es que las granjas pequeñas sean menos productivas, solo las grandes son las que en este momento pueden pagar la nueva tecnología.
- La efectividad de la tecnología es mayor al hacerlo dentro de la máxima escala posible y eso genera un incentivo para dedicarse a un solo tipo de cosecha.
- La tecnología promueve el movimiento agresivo hacia las cosechas fáciles-de-cultivar y fáciles-de-vender por cuanto son más fáciles-de-medir-por-instrumentos. Eso representa un riesgo adicional, ya que no se aplica la diversidad en los cultivos y esta ha sido una protección histórica para enfrentar problemas creados por el clima y las pestes.
Lo que la tecnología permite
- Tractores conectados-a-satélites hacen el arado con una precisión de 2,5 centímetros entre los surcos.
- La tierra es analizada con descargas eléctricas y después es mapeada de manera que el fertilizante pueda ser aplicado en dosis exactas desde máquinas controladas por computadora.
- Usar drones para estudiar el riego por inundación.
- Desde un teléfono inteligente:
- o Chequear una app de clima cada 30 minutos, especialmente útil en la época de tormentas. o Obtener mejor rendimiento y menos desperdicios con mejor información meteorológica de condiciones del suelo y de la demanda del mercado para sembradíos específicos.
- Aprovechar el invierno para agregar nuevos sensores a los equipos y revisar la data de la reciente cosecha para obtener alguna ventaja para la próxima.
- Mejorar la protección del ambiente.
- Contar muy pronto con un prototipo de robot para desmalezar y este usará data infrarroja para identificar el tipo de maleza que luego arrancará.
Se hace referencia a “The Internet of Things and the Future of Farming” http://nyti.ms/1IJRnB0 , “Working the Land and the Data” http://nyti.ms/1FHKlY4 y “Technology Nourishes the Food Chain” http://bit.ly/1E84DK4 .También aparece en mi blog .
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