Históricamente el Hardware hizo evolución más
rápida que el Software y, ya que ambos tuvieron en las primeras etapas su uso
en el ámbito empresarial, se aplicó para el Desarrollo de Software una
metodología muy estricta especialmente en lo referente a la planificación
previa y a la documentación exigida. Los desarrolladores de alguna manera se
sentían prisioneros de la documentación y no podían, como era su deseo, dedicar
el grueso de su tiempo a lo que disfrutaban haciendo: programar. También los
proyectos eran largos y engorrosos y mucha veces frustrantes o fracasaban. En
el año 2001 se hizo un “Manifiesto Ágil” que logró una transformación
mayor e hizo que el Desarrollo del Software se hiciera mucho más veloz y a través
de los años se han visto los resultados prácticos.
El Método Ágil ha permitido que las apps en
nuestros móviles se multipliquen de manera espectacular y en muy poco tiempo.
Estamos sintiendo el impacto de la
consumerización de la Tecnología de Información y ahora enfrentamos un
mundo mucho más complejo. Los proyectos son de mayor impacto y el costo de un
fracaso es mucho mayor, y existe la necesidad hacer evolucionar el Método Ágil.
Trataremos en el artículo de revisitar el “Manifiesto Ágil”, plantear las
circunstancias actuales y algunas opciones y acciones hacia el futuro.
El Manifiesto Ágil en 2001
En el año 2001 críticos
de los modelos de mejora del desarrollo de software basados en
procesos, se reunieron para tratar sobre
técnicas y procesos para desarrollar software. En la reunión se acuñó el
término “Métodos Ágiles” para definir los métodos que estaban surgiendo como
alternativa a las metodologías formales (CMMI, SPICE), las cuáles consideraban
excesivamente “pesadas” y rígidas por su carácter normativo y fuerte
dependencia de planificaciones detalladas previas al desarrollo. Los métodos alternativos se resumieron en cuatro postulados, los que han quedado
denominados como el “Manifiesto Ágil” donde se plantean
que “Están poniendo
al descubierto mejores métodos para desarrollar software, haciéndolo y ayudando
a otros para que lo hagan. Con este trabajo han llegado a valorar”:
1. A los individuos y su interacción, por encima
de los procesos y las herramientas.
2. El software que funciona, por encima de la
documentación exhaustiva.
3. La colaboración con el cliente, por encima de
la negociación contractual.
4. La respuesta al cambio, por encima del
seguimiento de un plan.
Aun cuando hay valor en los elementos de la
derecha, se valora más los de la izquierda.
El Manifiesto Ágil 2001 y los
Analistas de Negocios
El Manifiesto en el año 2001 fue
extraordinario para los equipos de desarrollo de software, pero representó
retos reales para los Analistas de Negocios y otras partes importantes involucradas
en una visión más amplia del desarrollo de aplicaciones. Los problemas que ya
existían con el enfoque ágil en el 2001, todavía están presentes hoy, pero han
sido magnificados por el panorama cambiante de la entrega de productos de
software y como resultado:
·
Hay más información disponible, posiblemente en exceso.
·
Hay contextos, conversaciones y decisiones no
documentadas.
·
Las brechas de comunicaciones se amplían por la
mayor dispersión geográfica de los equipos de trabajo.
·
El tiempo de comercialización se ha recortado
dramáticamente.
·
Las necesidades de los clientes siguen sin satisfacerse.
La realidad en 2015
En 2015, hay que seriamente repensar el Manifiesto Ágil, ya que en
2001 cuándo se publicó el “Manifiesto Ágil”, la tecnología para el lugar de
trabajo lucía muy diferente a lo que encontramos hoy en día. Los canales de
comunicación eran más limitados en variedad y compartir la información no era
comparable en facilidad a la que hay hoy en día con Internet de alta-velocidad,
data móvil y una multitud de opciones de almacenamiento en la Nube. Es
necesario repensar el Manifiesto Ágil ya que: (1) El Mundo ha cambiado, (2) El
Software está en todas partes (3), La complejidad ha aumentado y (4) Los
proyectos todavía fallan. Por eso bueno preguntarse: (a) Cómo luce el “Ágil”
hoy en día?, (b) Los Valores del Manifiesto Ágil todavía aplican?, (c) En cuál
momento Ágil pasó de procesos a actitud o mentalidad?, (d) Cómo se puede
integrar la intención del Manifiesto con la nueva forma de trabajo? y (e) Cómo
se pueden hacer evolucionar los conceptos de agilidad para enfrentar los retos
hoy en día de una nueva forma?.
El Manifiesto Ágil en 2015
Hay quienes proponen que es posible que en un
Manifiesto del 2015 se tengan que hacer consideraciones como las siguientes:
·
A
los individuos y su interacción, combinado
con los procesos y las herramientas.
·
El software
que funciona, balanceado con la documentación exhaustiva.
·
La colaboración
con el cliente, combinada con la negociación contractual.
·
La respuesta
al cambio, combinada con el seguimiento de un plan.
Los valores de la
izquierda y de la derecha deben ser balanceados.
A esto habría que agregar que en las
metodología futuras estarán presentes los siguientes elementos: (a) La data y
las ciencias conducirán las decisiones, (b) La cultura será un foco, (c) El
comportamiento individual será un conductor y (d) Las herramientas tendrán un
rol mucho más determinante.
Algunas recomendaciones para hoy en
día
Mientras no aparezca
una actualización formal de la Metodología Ágil hay algunas recomendaciones que
aplican:
- Tomar una pausa y repensar temas como estos: (a) Desacoplar el Manifiesto de Ágil, (b) Continuar la evolución del entendimiento y la definición del fracaso, (c) Evaluar los métodos usados para la comunicación, (d) Hacer seguimiento de las métricas y usarlas para iterar y (e) Pensar en Agilidad desde el punto de vista organizacional.
- Comunicar: (a) Encontrar formas de constantemente proveer visibilidad a la organización, (b) Permitir el flujo libre de las comunicaciones y las opiniones, (c) Identificar donde las decisiones son tomadas y capturadas y (d) Constantemente preguntar a la gente si entienden no solamente lo que hacen sino también el por qué lo hacen.
- Evolucionar: (a) Abrir el diálogo sobre cultura, (b) Abrazar los procesos, (c) Comunicar, comunicar, comunicar y (d) Es preferible empezar con exceso de información, a partir de allí se puede seleccionar y limitar para balancear.
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