Empleados tóxicos son gente talentosa y
productiva que exhiben comportamientos dañinos a la organización y que no son
fáciles de detectar. Aparentar ser empleados modelo y productivos, pero en la
práctica trabajan en contra de la organización, afectando el ambiente de
trabajo y la productividad. El empleado tóxico puede dificultar la labor de
gerenciación efectiva y esa toxicidad es insidiosa y puede arrastrar al equipo
de trabajo a un precipicio de desmoralización y de improductividad.
Existe un sub-grupo, el cual denominaremos “Tóxicos Silenciosos” que terminan haciendo daño medible (fraude,
acoso sexual, violencia, etc.). De acuerdo a un trabajo reciente
realizado por la Escuela de Negocios de Harvard, el impacto de este tipo de
trabajador tóxico tienen un mayor efecto económico sobre las organizaciones que
las superestrellas que todos buscan. Sin embargo, en este escrito nos
concentraremos en los “Tóxicos Públicos” que hacen un daño más sutil, pero
también muy impactante. Por ello es conveniente poder identificarlos y aprender
a manejarlos para eventualmente apartarlos y profundizamos en estos aspectos:
Rasgos del empleado tóxico
Hay ciertas características de la
personalidad y del comportamiento que pueden ayudar a predecir este tipo de
empleado tóxico público :
- Frecuentemente son carismáticos, curiosos, egocéntricos y con exceso de autoconfianza.
- Tienden a ser más productivos que el empleado promedio, ya que son capaces de ejecutar sus responsabilidades en un tiempo menor que el empleado promedio.
- Son empleados que dicen trabajar apegados estrictamente a las reglas, pero terminan respetando las que les convengan o haciendo una interpretación de las mismas a su conveniencia.
Cómo identificar al empleado
tóxico
Existen algunas actitudes o comportamientos
que pueden ser indicadores de un potencial empleado tóxico:
- Negatividad y el culpar a otros de problemas propios.
- Manifestaciones públicas de su descontento con su rol.
- Mover las responsabilidades a otros o considerar innecesaria la ejecución de instrucciones con las que no se está de acuerdo.
- Desviar el curso de las reuniones.
- Gritar o perder los nervios con clientes o colegas.
- Crear la ilusión de pretender trabajar.
- Creatividad para encontrar formas para desviar las situaciones de trabajo hacia áreas de conveniencia personal y no de empresa.
- Sabotaje del trabajo de otros, proveyendo información equivocada o guardándose esta.
Cómo evitar al empleado tóxico
En la evaluación y contratación de personal
se debe considerar una dimensión adicional, la ciudadanía corporativa de la
persona. Si esta es pobre, resultará en una mala contratación. La productividad
organizacional será mayor si el candidato es algo menos productivo en lo
individual, pero tiene mejor ciudadanía corporativa. Por ello es recomendable
contratar con cuidado tomando el tiempo necesario, pero salir rápido de la
persona equivocada.
El manejo del empleado tóxico
Cuándo un empleado no se desempeña o actúa
como se espera, hay que darle una oportunidad para corregir y si no lo hace
debería salir de la organización. Estas son algunas recomendaciones:
- Determinar la causa de la toxicidad, cuándo comenzó a notarse o si siempre fue así.
- Confrontar al empleado con respecto a su comportamiento.
- Hay que cuidar los prejuicios que el líder mismo puede tener y aplicar.
- Buscar la ayuda de otros para identificar y lidiar con un empleado tóxico.
- Asignar tareas específicas al empleado tóxico, por las cuales deben ser totalmente responsables. Es necesario detectar mejoras incrementales y documentar todo este esfuerzo.
- El líder debe ser un rol modelo y debe reconocer comportamientos tóxicos propios.
Se hace referencia “9 Toxic Employees You Should Fire Right Now” http://bit.ly/1uRiHZG , “Toxic Employees” http://bit.ly/1mnVnil y “It’s Better to Avoid a Toxic Employee than Hire a Superstar” http://bit.ly/21ORJyK .
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